Carta a la dirigencia perredista
Profesionales como son de la derrota lograron ustedes al fin su cometido. Se hundieron en el fango facilitándole la labor al adversario cediéndole el terreno. Interesados sólo en el reparto del botín, de la nómina, de los cargos internos, de las posiciones de poder y la atención de las diferentes clientelas, terminaron todos por quedarse con las manos vacías. No importa quién de ustedes gane, al final perdieron, perdimos todos. Perdió el país.
Es pues el suyo, señores dirigentes de tribus, facciones, corrientes del PRD, un crimen, largamente anunciado, de lesa democracia. No pudieron en su proceso electoral interno hacer valer los principios que dieron origen y razón de ser a su partido. No sólo traicionaron con sus mañas la lucha de decenas de miles de mexicanos, muchos de los cuales entregaron sus vidas por esa causa, sino que se convirtieron en un remedo, en un subproducto del antiguo régimen al que debían combatir, asimilando sus peores vicios. Son hoy, todos ustedes, sólo una lamentable caricatura del caciquismo priista. ¿Cómo se atreverán luego de esto a tildarse de demócratas y además revolucionarios?
No tuvieron ustedes, inmersos como están en sus luchas clandestinas, la visión de país, el compromiso con sus compatriotas, la integridad moral que demanda una lucha desde la izquierda y con la izquierda para defender los intereses de las grandes mayorías. Tampoco tuvieron el coraje, la dignidad, el valor de preservar un capital político que no les pertenece y que es vital para el futuro del país.
Ese capital político, el que han dilapidado tan miserablemente, nos pertenece a los 15 millones de mexicanos que con nuestros votos los hemos puesto donde están, disfrutando un estipendio, haciendo uso de prerrogativas que pagamos todos. En cargos públicos para los que nosotros los elegimos y por los cuales sólo a nosotros los votantes deben rendirnos cuentas. Un capital político en el que muchos ciframos la esperanza de arrancar al gobierno, a su partido, a los representantes del antiguo régimen, cambios estructurales profundos que son, a fin de cuentas, la única garantía de una paz, que sin justicia ni desarrollo, no tiene futuro.
Indigna saber que, como la derecha lo había previsto, no lograron ustedes comportarse con pulcritud y decoro. Hemos sido defraudados –hablo de los que votamos por ustedes- por individuos incapaces de anteponer a sus mezquinos intereses los intereses de una nación sedienta de transformaciones. ¿Quién se encargará hoy de las mismas? ¿En quién confiar para que conduzca con solvencia moral, con cohesión orgánica, con eficiencia política el proceso? ¿Para qué se desgañitan en la plaza o rasgan sus vestiduras en la tribuna prometiendo defender a toda costa principios y valores que en su propia casa son incapaces de sostener?
Todos ustedes –habrán de disculpar que cuelgue a todos el pecado- por acción o por omisión jugaron sucio. Unos, conveniente y públicamente se hicieron al margen del proceso electoral y se mostraron sin candidato ni preferencia abierta, mientras en la oscuridad maniobraban a favor de uno o en contra de otro.
Otros condenaron con tibieza las malas mañas pero fueron incapaces de crear una corriente moral de rechazo a las prácticas fraudulentas. Más bien se pusieron al pairo esperando ser beneficiados o por la turbulencia o por el viento a favor de un candidato determinado.
Otros más metieron las manos hasta el fondo en defensa de su candidato y fueron desde un apoyo público decisivo pero indebido, que rozaba, sólo rozaba, la ilegalidad hasta la manipulación del padrón o los más sucios trucos el día de los comicios.
Desde el omiso al que robó las urnas. Desde el que desde su posición de liderazgo moral se abstuvo al que mandaba cartas. Desde el que a pesar de su indignación se quedó callado y se dejó llevar hasta el que, sin ninguna posibilidad de triunfo, se presentó como candidato o se sumó a una candidatura perdida de antemano sólo para ganar una posición más favorable en la negociación que se avecina. Todos cargan con el peso de una responsabilidad histórica.
No hay nadie entre Ustedes señores de la dirigencia que quede limpio. Que conste que en su partido militan mexicanas y mexicanos de excepción a los que ustedes antes que a nadie les han fallado. Todos son, sin importar la tribu a la que pertenecen, protagonistas, autores de esta debacle.
Lástima que no sea sólo de ustedes la debacle. Lástima que con su fracaso nos arrastren a todos. Lástima que den así la razón a quienes, empeñados en el linchamiento mediático de la izquierda, le cierran el paso a las transformaciones que el país necesita y que sólo con el impulso ético de una izquierda comprometida y limpia pueden conseguirse. Lástima que pierdan –como segunda fuerza política- su oportunidad histórica. Otros habrá, estoy seguro, que no seguirán sus pasos, que no habrán de encajar en el patrón de corrupción de nuestro sistema político tradicional.
viernes, 21 de marzo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
desgraciadamente esas actitudes hacen que la gente se aleje del p.r.d. en particular y de la izquierda en general y yo siendo muy de derechas por conviccion e ideologia jamas votare por ustedes!! y disculpen mi radicalismo de otros comentarios , es que estoy muy enojada con los que dicen que hubo fraude y los que generan problemas a este gran pais con sus amenazas de bloqueos, marchas y ataques a cualquiera que no piense como ustedes!!
¡¡SE HAN GANADO EL REPUDIO DE MEXICO!!
POR QUE ATACAN A LA DERECHA?
POR UN COMPLEJO DE LUCHA ABSURDA DE CLASES, FOX POLARIZO AL PAIS, DICEN USTEDES ¿Y LOPEZ OBRADOR NO LO HIZO?
CON QUE EQUIPO IBA A LLEGAR EL PEJE AL PODER? CON LAS PADIERNAS, BEJARANOS, JESUSAS RODRIGUEZ, GENTE DE ESA CALAÑA!!
HAIGA SIDO COMO HAIGA SIDO, VALIO LA PENA LA AYUDA DE ELBA ESTHER!!
EL PEJE NO LLEGARÁ A LA PRESIDENCIA!!
NOSOTROS, LA DERECHA RESPONSABLE NO LO VAMOS A PERMITIR!!
Publicar un comentario