jueves, 9 de julio de 2009

LA TRANSICIÓN FALLIDA; EL ROSARIO DE TRAICIONES

¿Cómo se sentirían los chilenos si Augusto Pinochet, el dictador, el asesino, el corrupto, no sólo resucita sino que, además, vuelve al poder? ¿Y que pensarían los españoles si Francisco Franco, merced a unas elecciones, a los propios votos de aquellos a los que mantuvo bajo su bota sin tomarles parecer sobre cosa alguna, se instalara de nuevo, con todos sus crímenes a cuestas, en el gobierno? ¿Con qué cara se presentarían ante el mundo los argentinos si el General Videla y sus secuaces, eludiendo la justicia, burlando el castigo, volvieran a dirigir los destinos de ese país? ¿Y los salvadoreños y los nicaragüenses cómo serían capaces de mirarse en el espejo si, en las urnas, víctimas de una súbita amnesia colectiva, hubieran elegido a personajes como Anastasio Somoza o Roberto Dabuisson para que, con las manos manchadas de sangre inocente y los bolsillos repletos de dinero del pueblo, se sentaran en la silla presidencial? ¿Qué debemos de pensar, de sentir entonces los mexicanos luego de que el domingo se alzara el PRI con la victoria en las elecciones intermedias preparándose así para lo que se antoja una irremediable restauración del régimen del partido de estado que tanto daño hiciera a México? ¿Cómo presentarnos ante el mundo luego de que, tras un breve interludio de apenas nueve años de “vida democrática” vuelven a hacerse cargo de la conducción del país aquellos que por más de 70 años nos impusieron la corrupción como sistema de vida, la impunidad como norma? ¿Cómo mirarnos en el espejo después de haber llevado al umbral de la presidencia, mediante el voto ciudadano, a aquellos mismos que durante decenios burlaron, torcieron, suplantaron la voluntad popular? ¿Qué nos pasó el domingo? ¿Cómo es que se fue al carajo la transición y volvimos de nuevo al pasado?

Antes que nada habría que decir, parafraseando a Goya y como para ensayar más que una explicación una disculpa por esta nueva y dolorosa vergüenza nacional, que la democracia como la razón, engendra monstruos y tanto así, que muchos votantes terminaron operando este domingo de elecciones –y porque tenían ante sí esa posibilidad; la de resucitar al PRI- bajo el influjo de la perversa lógica de que “es preferible traer un corrupto –como reza el dicho popular- que un pendejo encima”.

Pese a sus muchos delitos de lesa patria, pudo el PRI, tras la pérdida de la Presidencia de la República, lo que, por el bien de la Nación, debiera haber sellado su sepultura, no sólo seguir en pie sino acumular, además, el poder y la influencia suficientes para renovar y reconstruir por completo su entramado de complicidades y tener así, sólo que ahora, triste paradoja, validado por el voto libre y secreto, ese que tantas veces traicionara, una nueva oportunidad. Así se reafirma lo que a estas alturas es ya una verdad de Perogrullo: en nuestro país se produjo la alternancia, es cierto, pero jamás un verdadero proceso de transición a la democracia. No es el dinosaurio el que sigue ahí; es el antiguo régimen que no se resigna a morir.

Vicente Fox, Felipe Calderón y los panistas no tuvieron ni la voluntad, ni el coraje, ni la inteligencia, ni el patriotismo para conducir, desde el poder, la transformación del país. Ese fue el mandato que recibió Fox en las urnas; a la voluntad expresa de millones de mexicanos que votaron por el cambio, dio cínicamente la espalda. De esa primera traición refrendada con su intromisión ilegal en las elecciones del 2006, como si la democracia, de la que era beneficiario y supuestamente garante, se tratara sólo de imponer a su “tapado” a todo trance, es hijo el gobierno de Felipe Calderón. El que a votos mata a votos muere.

Aun teniendo Fox la evidencia suficiente y el respaldo popular como para –con el Pemexgate por ejemplo- demoler desde sus mismos cimientos, llevando al PRI ante la justicia, al régimen de partido de estado decidió mimetizarse con él, sustituirlo, emularlo en el peor de los casos. Urgidos pues de cimentar su propio poder no encontraron mejor camino los panistas que hacer suyos los mismos usos y costumbres de los priistas con los que se aliaron primero para gobernar y por supuesto, para cerrar el paso a quien se opusiera a sus designios. Poco tiempo, sólo durante la campaña electoral, pudieron actuar como rivales del PRI, pronto pasaron a ser sus cómplices; terminarán ahora siendo sus lacayos. Expertos en la coerción los priistas cobrarán caro a Calderón los servicios prestados.

La izquierda, envilecida por sus constantes y mezquinas pugnas internas, no pudo, por otro lado y desde una oposición digna y consistente, adquirir la fuerza y la solvencia necesarias para levantar el valladar que impidiera la vuelta al poder de aquellos que durante tantos años hicieron de México un botín. Para hacerse gobierno la izquierda recurrió lamentablemente en muchos casos a los mismos trucos del PAN. En lugar de preservar sus principios, de mantener ese impulso ético; el compromiso con las mayorías empobrecidas, incapaz de reinventarse e inaugurar nuevos caminos estableció alianzas nocivas con esos que “sí saben cómo hacerlo” y tanto que terminó ayudándoles a pavimentar su camino de regreso.
Impune al fin, desde el Congreso y en tanto construye desde ahí la plataforma para conquistar de nuevo la Presidencia de la República, el PRI será otra vez gobierno. No necesita ya comparsas; se levanta legitimado y poderoso sin haber rendido jamás, ante nadie, cuenta de sus actos y sin haber pagado las consecuencias de los mismos. Triste historia la nuestra, víctimas de este rosario interminable de traiciones.

5 comentarios:

Estampa de Oaxaca dijo...

Asi es, risa me da ahora cuando los panistas se preguntan que porque perdieron, pues porque en todo momento se aliaron con el PRI, por eso digo que un voto por el PAN es un voto por el PRI, y en mi caso jamas en mi vida he votado ni votaré por el PRI, antes anulo mi voto que votar por el PRI.

Ahora mas que nunca cobra razón aquella palabra del PRIAN

Unknown dijo...

Que pena me dan, por favor!!!
De nada valen los dramáticos argumentos de la vuelta al poder de los corruptos.
No lloren como mujeres, lo que NADIE, NADIE de ningun color, pudieron hacer por este triste pais. Por si no se han dado cuenta y lo digo otra vez: En nuestra politica, no hay izquierdosos, derechosos, centrosos, etc. Son TODOS- exacto, dije TODOS - una bola de rufianes, gañanes, hambrientos de poder para sus corruptelas. "Yo no voto por el PRI, porque es lo mismo que el PAN", jajajaja, que argumento tan banal, Lusuru. Lo mas cómico de tu columna, Ibarra, es que jamas vi una sola mencion de toda las tranzas que hacen en las meras narices de los defeños, sus dizque gobiernos izquierdosos, que tambien ya se encuentran hastiados del estiércol amarillo. O que? ¿Son de esas aves que cruzan el pantano, etc, etc???Por favor, en este momento, dejen sus lloriqueos y busquemos nuevas alternativas, o seremos tan tontos que ni eso podemos hacer?. Cambiale de canal, Ibarra ya chole con la misma cantaleta!. Beltrones, Peña Nieto, Obrador, Ebrard, Creel, Espino, etc., TODOS SON DE LA MISMA RALEA, y ademas, Ibarra, no hay peor ciego que el que no quiere ver. Pues eso.

Unknown dijo...

Pero no somos "víctimas"; somos, los ciudadanos mismos; desencantados; ignorantes; torpes; toscos; vengativos; vulgares; aspiracionales; clasistas; racistas; corruptos; corruptores; silenciosos; compradores de piratería, jugos, tortas y tacos en las esquinas; abordadores del transporte público a la mitad de la calle; conductores irrespetuosos del reglamento, de los peatones; regodeándonos en el entretenimiento sin buscar nunca la recreación; aplaudiendo a Maribel Guardia mientras se sangolotea idiota(s); riéndo las gracejadas de los comediantes (es un decir) mientras se burlan del distinto y, desde luego, del homosexual; eternamente negados a reflexionar algo que vaya más allá de los dictados que aparecen en las revistas "TV y Novelas" y "CARAS"; ignorantes de nuestro entorno; negados hacia el exterior: los pobres por pobres, los ricos por ricos. Somos nosotros quienes hemos sido nuestros propios victimarios. No hay tal cosa como "victimas" ni "rosarios" ni "traiciones"; hay, eso si, complacencia y aplausos, y flojera, y comodidad, y mediocridad y valemadrismo. Terminar este buen artículo diciendo que los ciudadanos son víctmas, niega toda la valida e interesante -aunque discutible- disertación anterior y nos quita de tajo, como lo hiciera el PRI durante tantos años, la responsabilidad que implican nuestros propios actos.

Estampa de Oaxaca dijo...

Pues mire señor o señorito Roberto, sostengo lo que dije en este momento y subrayo "en este momento" votar por el PAN es votar por el PRI y como yo no tengo intención en la vida de votar por el PRI pues no voy a votar por el PAN, si hubieran sido otras circunstancias como por ejemplo que el PAN hubiera metido a la carcel a todos los corruptos del PRI por supuesto que votaria por el PAN, pero como no lo hizo ni modos...

"dejen sus lloriqueos y busquemos nuevas alternativas, o seremos tan tontos que ni eso podemos hacer?"

Pues sorprendete porque yo si busque esa alternativa y vote por un candidato independiente, su nombre es Geovany Vasquez Sagrero, el cuan obtuvo mas de 7 mil votos en el distrito 8 de Oaxaca, pero como para los medios del DF y sus "analistas" no existe Oaxaca pues ni se han enterado que aqui si hubo un candidato no registrado que tuvo relativo exito...

Unknown dijo...

Aunque este blog no es para personalizar comentarios, quiero insertar estas lineas y trataré de ser breve. Para Lusuru:
Me parece que el sorprendido será otro, porque aca en el Norte, si el Norte, tampoco hay Analistas, ni Epigmenios, ni intelectuales izquierdistas ni toda esa parafernalia de "istas", ni Juanitos, AMLOS, Peñas Nieto, etc., tampoco existe la profundidad de medios como en el D.F. Sin embargo, la sociedad cuenta con una cultura de trabajo, como imagino que la hay en Oaxaca y en todo el pais, en la que buscamos otras y mejores condiciones de vida, seguridad social, etc., que "en este momento" nadie puede garantizarnos. Nosotros tambien hicimos la tarea, castigamos a los partidos con el voto nulo, y los resultados son buenos, porque no hicimos campaña mediática (privilegios de los partidos). Habrá oportunidad de que los partidos y sus "políticos" y fauna que les acompaña, se la piensen otra vez, porque esta nación no puede ni debe encaminarse al barranco. Bien por tu voto, asi se inician todos los cambios, con la primera accion. Pues eso.